Título: Frankenstein O El Moderno Prometeo.
Title: Frankenstein: or The Modern Prometheus.
Autora: Mary Shelley.
Editorial: Colofón
Sello: Axial.
Autoconclusivo.
306 Páginas
Gracias a Colofón por el ejemplar para reseña.
Sinopsis:
El miedo es afrodisíaco.
El miedo es purificación.
El miedo es el cuerpo traidor.
¿Qué sería de Clive Barker y sus cenobitas, del Reanimador de Lovecraft, de la espeluznante cosa de Carpenter?
Qué sería de todos ellos sin la Criatura de Mary Shelley, juega con su propia dualidad de la misma manera que lo hicieron autores como E.T.A. Hoffman en sus Elixires del Diablo, y Robert L. Stevenson en su novela El extraño caso del Dr. Jakyll y Mr. Hyde.
De aquí nace la pregunta que tantos nos hacemos:
¿Quién es el verdadero monstruo? ¿El creador o su criatura?
*
Mary Shelley
Londres, 30 de agosto de 1797, narradora, dramaturga, ensayista, filósofa y biógrafa británica, reconocida por su novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo (1818). Su padre filósofo político William Godwin y su madre la filósofa feminista Mary Wollstonecraft. Esposa de Percy Bysshe Shelley. El verano de 1816 lo pasó con George Gordon Byron, John William Polidori y Claire Clairmont cerca de Ginebra, en donde Mary concibió la idea para su novela Frankenstein. En 1823, Mary Shelley regresó a Inglaterra, dedicándole tiempo a ser escritora profesional. La última década de su vida estuvo plagada de enfermedades, vinculadas al tumor cerebral que acabaría con ella a los 53 años.
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Antes que nada la sinopsis no nos habla mucho de lo que encontraremos y creo que en cierta manera es fascinante, ya que poco a poco te vas empapando de la historia, para disfrutarla lo mejor posible. Es cierto que el inicio de esta puede ser un poco tedioso, pero pasando eso, la novela te engancha.
Encontraremos que básicamente el libro nos narra y nos centra en una obsesión que tiene Víctor Frankenstein, algo que la mayoría dice que es prácticamente imposible, él al leer libros que lo intuyeron en la idea, llega al punto donde se plantea estudiar al respecto.
Víctor, no le teme a nada, ni a nadie, debido a que desde pequeño se ha familiarizado con el horror, cuentos de miedo, terror o como le quieras llamar, No es hasta que le ocurre un suceso y el entra en shock, desesperación y ansiedad, ya que algo lo atormenta. Tiene en su mente la creación a partir de cuerpos sin vida, esos que simplemente ya no poseen un alma.
No logra comprender como lograrlo, es por eso que se mete de lleno a intentarlo una y otra vez en su laboratorio, evitando el mundo de afuera, enterrándose en sus experimentos hasta tener por fin un resultado. Ese mismo lo deja sin habla, lo paraliza y lo aterra. Pero eso es solo el comienzo de esta historia, la cual tiene una serie de sucesos y un gran potencial en la literatura.
Mary Shelley con esa forma única de narrar, nos embarca de una manera excelente en la vida de los personajes, dividiendo el libro si se puede decir con un antes y un después, donde en una es por parte del creador y la otra de la criatura.
En conclusión: Sin duda es un libro altamente recomendable, tal vez un poco complicado, pero que después se podrá disfrutar, ademas de ser un clásico, ya que en este conocemos totalmente al Frankenstein que siempre vemos en caricaturas o películas, con una historia más fascinante de lo que yo hubiera imaginado. Otro punto importante es que la idea de este libro me recordó a uno que otros libros juvenil e infantil, que probablemente se inspiraron en este. Sin duda un libro que releería, además de la fantástica edición que saco Colofón, bajo su sello Axial, es hermosa.
Calificación:
4.5 / 5
¡Hola!
ResponderBorrarMe encantó este clásico :D
Este es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, no sé tú pero a mi me pasó que tuve un montón de emociones encontradas con el pobre y desdichado monstruo y me hizo cuestionarme muchas de nuestras actitudes respecto al mundo que nos rodea y nos apropiamos. Sin duda un libro que nos hace dudar de nuestro comportamiento como especie y que nos invita a un cambio que favorezca no solo nuestras necesidades sino las de los demás.
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